El flautista de Hamelín

Autor: Hermanos Grimm
Edad: De 6 a 8 años
Valores: Responsabilidad, honestidad, gratitud y cumplimiento de promesas
Cuento corto de El Flautista de Hamelín
Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo llamado Hamelín, ocurrió algo muy extraño. El pueblo estaba lleno de ratones. Había ratones en las casas, en las tiendas, en los campos y hasta en la comida. ¡Estaban por todas partes!
Los habitantes de Hamelín estaban desesperados. No sabían cómo deshacerse de los ratones, así que fueron a hablar con el alcalde.
—¡Señor alcalde, haga algo! —gritaban—. ¡Los ratones se lo están comiendo todo!
El alcalde no sabía qué hacer. Se rascaba la cabeza y suspiraba. Pero un día, llegó un hombre extraño al pueblo. Vestía un traje de muchos colores y llevaba una flauta en la mano.
—Yo puedo solucionar vuestro problema —dijo el hombre—. Soy el Flautista de Hamelín.
—¿Cómo lo harás? —preguntó el alcalde, sorprendido.
—Con mi flauta mágica. Pero a cambio, me pagaréis cien monedas de oro —respondió el Flautista.
El alcalde, desesperado por deshacerse de los ratones, aceptó el trato.
—¡De acuerdo! Si logras librarnos de los ratones, te pagaremos las cien monedas.
El Flautista de Hamelín salió a la plaza del pueblo, tomó su flauta y comenzó a tocar una melodía encantadora. La música era tan dulce y mágica que los ratones empezaron a salir de todos los rincones.
—¡Mira, están saliendo! —gritaban los aldeanos.
Uno a uno, los ratones seguían al Flautista. Él caminaba por las calles del pueblo, y una marea de ratones lo seguía hipnotizada por la música. El Flautista los llevó hasta el río, donde los ratones saltaron al agua y desaparecieron.
—¡Hemos ganado! ¡El Flautista ha salvado el pueblo! —gritaron los aldeanos con alegría.
Cuando regresó al pueblo, el Flautista fue a ver al alcalde para cobrar su recompensa.
—He cumplido mi parte del trato. Ahora dadme mis cien monedas de oro —dijo el Flautista.
Pero el alcalde, que era un hombre avaro, no quería pagarle.
—¡Cien monedas es demasiado! —dijo el alcalde—. Solo te daremos diez monedas.
El Flautista frunció el ceño.
—Un trato es un trato —dijo con calma—. Si no me pagáis, os arrepentiréis.
Pero el alcalde se negó a darle las cien monedas, y el Flautista, muy enfadado, salió del pueblo tocando una nueva melodía con su flauta. Esta vez, no salieron ratones… ¡salieron los niños del pueblo!
Al escuchar la música, los niños dejaron lo que estaban haciendo y empezaron a seguir al Flautista, igual que lo habían hecho los ratones.
—¡Volved, niños! —gritaban las madres y los padres, pero los niños no escuchaban.
El Flautista caminó con los niños hasta las montañas y, de repente, una puerta mágica se abrió en la roca. Los niños entraron, y la puerta se cerró detrás de ellos.
El pueblo quedó en silencio. Los padres lloraban y el alcalde se dio cuenta de su error.
—¡Por favor, Flautista! —suplicó el alcalde—. Te pagaremos lo que pediste. ¡Devuélvenos a nuestros hijos!
Pero el Flautista no volvió, y los niños no regresaron. Solo quedó un niño pequeño, que no pudo seguir a los demás porque cojeaba y no caminaba lo suficientemente rápido.
Desde aquel día, el pueblo de Hamelín nunca volvió a ser el mismo. Los habitantes aprendieron una lección muy importante: nunca rompas una promesa y cumple siempre tu palabra.
Moraleja
La historia de *El Flautista de Hamelín* nos enseña la importancia de cumplir nuestras promesas y actuar con responsabilidad y honestidad, ya que no hacerlo puede traer consecuencias negativas.
Valores aprendidos en la historia de El Flautista de Hamelín
- Responsabilidad: Los habitantes de Hamelín aprenden que deben cumplir sus acuerdos y asumir las consecuencias de sus actos.
- Honestidad: El cuento enseña que prometer algo y no cumplirlo puede llevar a problemas serios.
- Gratitud: No reconocer la ayuda recibida, como en el caso del Flautista, muestra la importancia de agradecer y valorar lo que hacen los demás.
- Justicia: El Flautista actúa para mostrar que las malas acciones tienen consecuencias, recordando que debemos tratar a los demás con respeto y justicia.
Pregúntale a tu hijo y comprueba si ha entendido el cuento
- ¿Por qué los habitantes de Hamelín pidieron ayuda al Flautista?
- ¿Cómo logró el Flautista deshacerse de las ratas?
- ¿Qué pasó cuando los habitantes no cumplieron su promesa?
- ¿Por qué el Flautista se llevó a los niños del pueblo?
- ¿Qué lección aprendieron los habitantes de Hamelín?
Reflexión final sobre el cuento
La historia de El Flautista de Hamelín nos recuerda la importancia de ser honestos y responsables. Cumplir con lo que prometemos es fundamental para mantener la confianza y evitar consecuencias negativas. Además, nos enseña a ser agradecidos con quienes nos ayudan y a actuar siempre con justicia y respeto hacia los demás.
Un poco de historia sobre el cuento
¿Quién escribió "El Flautista de Hamelín"?
La versión más conocida fue recopilada por los Hermanos Grimm en el siglo XIX, aunque la historia tiene raíces en leyendas medievales europeas.
¿Qué representa el Flautista en la historia?
El Flautista simboliza la justicia y las consecuencias de no cumplir las promesas. También representa la idea de que las malas acciones tienen un precio.
¿Por qué las ratas son importantes en el cuento?
Las ratas representan los problemas que afectan al pueblo y que necesitan ser resueltos con cooperación y cumplimiento de acuerdos.
¿Por qué se considera una leyenda?
La historia se basa en un hecho misterioso ocurrido en Hamelín en el siglo XIII, donde supuestamente desaparecieron muchos niños, lo cual dio origen a diversas leyendas.
¿Existen adaptaciones modernas de la historia?
Sí, *El Flautista de Hamelín* ha sido adaptado en libros, películas, canciones y obras de teatro, manteniendo su enseñanza sobre la importancia de la honestidad y la gratitud.


