La princesa y el guisante

Autor: Hans Christian Andersen
Edad: De 4 a 6 años
Valores: Sinceridad, perseverancia, autenticidad y sensibilidad
Cuento corto de La Princesa y el Guisante
Había una vez un joven príncipe que vivía en un hermoso castillo. El príncipe era muy amable y soñaba con encontrar a una princesa de verdad para casarse. Sin embargo, no era una tarea fácil.
—Quiero una princesa de verdad —decía el príncipe—, pero no cualquier princesa, sino alguien especial, buena y sincera.
El príncipe viajó por muchos lugares buscando a su princesa. Conoció a muchas jóvenes, pero siempre tenía dudas. Algunas decían ser princesas, pero él no estaba seguro de si realmente lo eran.
—¿Cómo puedo saber si es una verdadera princesa? —se preguntaba el príncipe, preocupado.
Un día, regresó al castillo muy triste porque no había encontrado a nadie.
—¡No te preocupes, hijo! —dijo la reina, su madre—. Ya llegará la princesa perfecta para ti.
Esa misma noche, el cielo se cubrió de nubes oscuras, y una tormenta terrible comenzó a rugir. El viento soplaba con fuerza, la lluvia caía sin parar y los relámpagos iluminaban el cielo.
De repente, alguien llamó a la puerta del castillo: ¡Toc, toc, toc!
—¿Quién puede ser a estas horas? —se preguntó la reina.
Cuando abrieron la puerta, vieron a una joven empapada por la lluvia. Tenía el vestido mojado, el cabello pegado a la cara y parecía muy cansada.
—¡Soy una princesa! —dijo la joven—. Me he perdido en la tormenta y necesito un lugar donde pasar la noche.
La reina la miró de arriba abajo. “¿Una princesa?”, pensó la reina. “No puede ser. Parece una chica cualquiera”. Pero la reina era muy astuta y decidió hacer una prueba para comprobar si realmente era una princesa de verdad.
—Por supuesto, querida —dijo la reina con amabilidad—. Puedes quedarte esta noche en nuestro castillo.
La reina fue a la habitación de invitados y quitó todo lo que había en la cama. Después, colocó un pequeño guisante en el centro del colchón. Luego, puso encima veinte colchones suaves y veinte edredones mullidos.
—Si es una princesa de verdad —dijo la reina—, sentirá el guisante aunque esté escondido bajo tantos colchones y edredones.
Esa noche, la joven princesa subió a su habitación y se acostó en la enorme cama.
—¡Qué cama tan extraña! —dijo ella—. Pero estoy tan cansada que espero dormir bien.
A la mañana siguiente, la reina y el príncipe esperaban ansiosos para saber cómo había dormido. La joven bajó al salón con aspecto cansado y bostezando.
—¿Dormiste bien, querida? —preguntó la reina con una sonrisa disimulada.
—Oh, no, no he podido dormir casi nada —respondió la joven—. Algo duro en la cama me molestaba toda la noche. Tengo moretones por todo el cuerpo.
La reina y el príncipe se miraron sorprendidos.
—¡Solo una verdadera princesa podría ser tan sensible como para sentir un guisante bajo veinte colchones y veinte edredones! —exclamó la reina.
El príncipe sonrió con alegría. Por fin había encontrado a la princesa de verdad que tanto había buscado.
—¡Eres la princesa con la que siempre soñé! —dijo el príncipe.
El príncipe y la princesa se casaron en una gran fiesta, y todos los habitantes del reino celebraron con música, bailes y comida deliciosa. El pequeño guisante fue guardado en un cofre de cristal en el castillo como recuerdo de aquella noche especial.
Desde entonces, la princesa y el príncipe vivieron felices y siempre recordaban aquella prueba tan peculiar que les unió para siempre.
Moraleja
La historia de *La Princesa y el Guisante* nos enseña que las apariencias pueden engañar y que la verdadera autenticidad y sensibilidad siempre salen a la luz.
Valores aprendidos en la historia de La Princesa y el Guisante
- Sinceridad: La princesa demuestra ser auténtica y no pretende ser alguien que no es.
- Perseverancia: La historia enseña que las pruebas, aunque difíciles, pueden revelar la verdad y las cualidades ocultas de una persona.
- Autenticidad: La princesa es valorada no por lo que dice, sino por lo que realmente es, destacando la importancia de ser uno mismo.
- Sensibilidad: El cuento simboliza que las pequeñas cosas, como un guisante bajo muchos colchones, pueden demostrar quiénes somos en realidad.
Pregúntale a tu hijo y comprueba si ha entendido el cuento
- ¿Por qué el príncipe buscaba a una verdadera princesa?
- ¿Qué prueba le puso la reina a la princesa?
- ¿Cómo descubrieron que la princesa era una verdadera princesa?
- ¿Qué simboliza el guisante en la historia?
- ¿Qué lección nos enseña este cuento?
Reflexión final sobre el cuento
La historia de La Princesa y el Guisante nos recuerda que la verdadera naturaleza de una persona se descubre a través de sus acciones y cualidades auténticas. La princesa, a través de una prueba tan simple, demuestra su sensibilidad y autenticidad, valores que van más allá de las apariencias. Ser fieles a nosotros mismos siempre nos llevará a donde debemos estar.
Un poco de historia sobre el cuento
¿Quién escribió "La Princesa y el Guisante"?
El cuento fue escrito por Hans Christian Andersen y publicado por primera vez en 1835 como parte de su colección de cuentos de hadas.
¿Qué simboliza el guisante en la historia?
El guisante simboliza la sensibilidad y autenticidad de la princesa, mostrando que las pequeñas cosas pueden revelar grandes verdades.
¿Por qué el príncipe quería encontrar una verdadera princesa?
El príncipe buscaba a alguien auténtico y especial, cuya sensibilidad y carácter fueran dignos de ser considerados verdaderos.
¿Por qué es tan famoso este cuento?
La sencillez de su trama y su mensaje sobre la autenticidad lo convierten en un cuento ideal para transmitir valores importantes a los niños.
¿Existen adaptaciones modernas del cuento?
Sí, *La Princesa y el Guisante* ha sido adaptado en libros ilustrados, obras de teatro y películas animadas, manteniendo su encanto y mensaje original.


