El tamborilero

Autor: Tradición Popular
Edad: De 4 a 6 años
Valores: Generosidad, Humildad, Amor, Creatividad, Valentía

Índice
  1. Cuento corto de El tamborilero
  2. Moraleja
  3. Valores aprendidos en la historia
  4. Preguntas para tu hijo
  5. Reflexión final

Cuento corto de El tamborilero

En un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y cielos despejados, vivía un niño llamado Tomás. Tomás era un tamborilero, aunque su tambor era viejo y desgastado, lo tocaba con un entusiasmo que hacía sonreír a todos en el pueblo. Su familia era humilde y no tenían muchas cosas, pero Tomás siempre encontraba alegría en cada sonido que su tambor podía hacer.

Era una mañana luminosa cuando el pueblo se llenó de rumores sobre un evento muy especial. Se decía que un bebé muy especial había nacido en un establo cercano, y toda la gente del pueblo se preparaba para llevarle regalos. Tomás, al enterarse de la noticia, sintió una gran emoción en su corazón. Quería ir a ver al bebé y ofrecerle algo especial, pero no tenía nada que dar.

"¿Qué puedo ofrecerle?" se preguntó Tomás una y otra vez. Miró a su alrededor en busca de algo valioso, pero todo lo que tenía era su tambor. Entonces, con una sonrisa decidida, pensó: "Yo no tengo oro ni incienso, pero puedo tocar mi tambor para él".

Con el tambor bajo el brazo, Tomás se unió a la multitud que se dirigía al establo. En el camino, escuchó a las personas hablar de los regalos espléndidos que llevaban: ropas suaves, juguetes hermosos y joyas brillantes. A pesar de su tambor humilde, Tomás no se desanimó.

Cuando llegaron al establo, la escena era mágica. Una estrella brillante iluminaba el lugar y el aire estaba lleno de una paz especial. La multitud se acercaba de uno en uno, dejando sus regalos al pie del pesebre. Tomás observaba cómo el bebé sonreía ante cada obsequio, y su corazón latía con fuerza. Sabía que había llegado su turno.

Con pasos cuidadosos, Tomás se acercó al pesebre. Allí, frente al recién nacido, tomó su tambor en las manos y respiró profundamente. Cerró los ojos por un momento, recordando todas las canciones que había tocado a lo largo de los años. Luego, comenzó a tocar.

Las notas del tambor llenaron el aire, suaves al principio, como un murmullo de viento entre los árboles. Poco a poco, la música creció, llena de amor y alegría. Cada golpe del tambor contaba una historia: el canto de los pájaros en primavera, el murmullo del riachuelo y las risas en el pueblo. La música de Tomás era su regalo, y lo entregaba con todo su corazón.

Los animales en el establo se quedaron quietos, escuchando la melodía. Las personas alrededor también se detuvieron, maravilladas por el sonido. Y el bebé, el especial bebé, abrió los ojos y sonrió, como si comprendiera el gran amor que Tomás ponía en su música.

Cuando terminó de tocar, el establo quedó en silencio. Tomás abrió los ojos y vio que todos lo miraban con admiración. Sintió una calidez en su corazón, sabiendo que había dado lo mejor de sí mismo. No era un regalo material, pero había compartido algo muy valioso: su amor y su música.

De regreso al pueblo, la gente comenzó a hablar de la música de Tomás. Decían que su tambor había tocado el corazón de todos, y que su regalo era el más especial de todos. Tomás sonrió, agradecido por las palabras amables, pero sabía que el verdadero regalo había sido tocar con amor y sinceridad.

A partir de ese día, Tomás continuó tocando su tambor, llevando alegría a todos los rincones del pueblo. Y aunque no tenía oro ni incienso, había aprendido que el mejor regalo era compartir lo que llevaba en su corazón.

Y así, en un pequeño rincón del mundo, el tamborilero tocaba su música, recordando siempre que, a veces, lo más valioso no es lo que se puede ver, sino lo que se puede sentir con el corazón.

Moraleja

La verdadera riqueza no reside en los bienes materiales que poseemos, sino en la sinceridad y el amor que ponemos en nuestras acciones. A veces, el regalo más valioso es aquel que viene del corazón.

Valores aprendidos en la historia

  1. Generosidad
  2. Humildad
  3. Amor
  4. Creatividad
  5. Valentía

Preguntas para tu hijo

  1. ¿Por qué crees que Tomás decidió tocar su tambor para el bebé?
  2. ¿Cómo crees que se sintió Tomás al ver la sonrisa del bebé?
  3. ¿Qué significa para ti dar un regalo del corazón?
  4. ¿Qué harías si estuvieras en el lugar de Tomás?
  5. ¿Cuál es la importancia de compartir lo que llevamos en el corazón?

Reflexión final

La historia de Tomás nos recuerda que no siempre necesitamos poseer objetos valiosos para hacer una diferencia en la vida de los demás. La música de su tambor, llena de amor y sinceridad, tocó el corazón de todos, demostrando que nuestras acciones, por pequeñas que parezcan, pueden tener un gran impacto cuando se realizan con amor.

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