El rey de los estrelleros

Autor: Tradición Popular
Edad: De 4 a 6 años
Valores: Humildad, Generosidad, Servicio desinteresado, Empatía, Colaboración
Cuento corto de El rey de los estrelleros
Había una vez, en un reino muy, muy lejano, un pequeño pueblo llamado Estrellero. En este pueblo, vivía un hombre humilde y sabio llamado Don Centello. Don Centello era conocido como el "fabricante de estrellas", pues tenía el don especial de crear estrellas brillantes y relucientes que adornaban el cielo cada noche.
Don Centello era querido por todos en el pueblo, no solo por su habilidad para crear estrellas, sino porque siempre ayudaba a los demás. Si alguien tenía un problema, Don Centello siempre estaba allí con una sonrisa y una mano amiga.
Un día, mientras Don Centello trabajaba en su taller, creando una nueva estrella resplandeciente, llegó al pueblo una noticia extraordinaria. Los Tres Reyes Magos estaban de camino, siguiendo una estrella muy especial. Esta estrella los guiaría a un lugar importante, donde encontrarían a un niño que traería paz y amor al mundo.
El pueblo entero se llenó de emoción. Todos se preguntaban si los Reyes Magos pasarían por Estrellero. Mientras tanto, Don Centello continuaba con su trabajo, concentrado en crear la estrella más hermosa que jamás había hecho.
Una noche, mientras ajustaba el brillo de su última creación, Don Centello escuchó un suave susurro fuera de su taller. Al asomarse, encontró a tres figuras majestuosas, montadas en camellos, que lo miraban con amabilidad. Eran los Reyes Magos.
"Buenas noches, Don Centello", dijo el Rey Gaspar con una sonrisa. "Hemos oído hablar de tus maravillosas estrellas y nos gustaría pedirte ayuda".
Don Centello, sorprendido y honrado, inclinó la cabeza. "¿En qué puedo ayudarles, Majestades?", preguntó con humildad.
"Estamos siguiendo una estrella especial que nos guiará a un niño muy importante", explicó el Rey Melchor. "Pero la noche está especialmente oscura y necesitamos una estrella que nos ilumine el camino".
Don Centello pensó por un momento y luego asintió. "Tengo justo lo que necesitan", dijo, señalando la estrella que acababa de terminar. "Esta estrella es pequeña, pero su luz es fuerte y siempre encuentra el camino correcto".
Los Reyes Magos se miraron entre sí, agradecidos. "Eres muy generoso, Don Centello", dijo el Rey Baltasar. "Tu estrella nos ayudará a cumplir nuestra misión".
Don Centello entregó la estrella a los Reyes Magos, quienes la sostuvieron con cuidado. La estrella comenzó a brillar intensamente, iluminando todo el pueblo con su luz cálida y dorada. Los Reyes Magos agradecieron a Don Centello y continuaron su viaje, guiados por la pequeña estrella.
El pueblo de Estrellero observó cómo la luz de la estrella se alejaba en el horizonte, sintiéndose orgullosos de que su querido fabricante de estrellas hubiera podido ayudar en una misión tan importante.
Esa noche, Don Centello miró al cielo desde la ventana de su taller. Aunque había dado una de sus mejores estrellas, sabía que había hecho lo correcto. Se sentía feliz de haber podido ayudar a los Reyes Magos en su viaje.
A la mañana siguiente, el pueblo se despertó con una nueva noticia. Los Reyes Magos habían llegado a su destino, guiados por la pequeña estrella de Don Centello, y habían encontrado al niño que cambiaría el mundo con su amor y bondad. Todos en Estrellero celebraron y agradecieron a Don Centello por su desinteresada ayuda.
Desde entonces, Don Centello continuó fabricando estrellas, pero ahora cada estrella llevaba un poco del amor y la humildad que había demostrado al ayudar a los Reyes Magos. Su historia se convirtió en una leyenda que se contaba en todo el reino, recordando a todos que incluso los actos más pequeños de bondad pueden iluminar el camino hacia grandes cosas.
Y así, en el pequeño pueblo de Estrellero, cada estrella que brillaba en el cielo recordaba la importancia de la humildad, el servicio desinteresado y el poder de una luz, por pequeña que fuera, para guiar a otros en su camino. Fin.
Moraleja
La historia nos enseña que incluso los actos más pequeños de bondad y generosidad pueden tener un impacto significativo en el mundo. La humildad y el servicio desinteresado son cualidades que iluminan el camino no solo para nosotros mismos, sino también para los demás.
Valores aprendidos en la historia
- Humildad
- Generosidad
- Servicio desinteresado
- Empatía
- Colaboración
Preguntas para tu hijo
- ¿Por qué crees que Don Centello decidió ayudar a los Reyes Magos?
- ¿Cómo piensas que se sintió Don Centello después de dar su estrella?
- ¿Qué harías tú si alguien te pidiera ayuda con algo importante?
- ¿Cuál es el valor más importante que aprendiste de la historia?
Reflexión final
La historia de Don Centello y los Reyes Magos nos recuerda que nuestras acciones, por pequeñas que sean, pueden contribuir a causas más grandes y ayudar a otros en sus propios viajes. Esta lección atemporal nos anima a practicar la bondad y el altruismo en nuestra vida diaria, recordando que cada estrella que creamos puede iluminar el camino de alguien más.