Canción de Navidad

Autor: Charles Dickens
Edad: De 8 años en adelante
Valores: Generosidad, compasión, arrepentimiento y espíritu navideño
En una fría noche de invierno, en una ciudad llena de nieve, vivía un hombre llamado Ebenezer Scrooge. Scrooge era un anciano muy avaro y gruñón. Nunca sonreía ni ayudaba a nadie. A Scrooge no le gustaba la Navidad, ni las luces, ni las canciones.
—¡Bah, tonterías! ¡La Navidad no sirve para nada! —decía siempre.
Scrooge trabajaba en su oficina contando dinero. Su pobre ayudante, Bob Cratchit, temblaba de frío porque Scrooge no quería gastar dinero en carbón para la estufa.
—¡No necesito calor! ¡Trabaja más rápido! —gruñía Scrooge.
Esa noche, víspera de Navidad, Scrooge caminó hasta su vieja y oscura casa. Pero al abrir la puerta, vio algo extraño: el rostro de Marley, su antiguo socio que había muerto hacía muchos años. Scrooge se frotó los ojos y pensó que era su imaginación.
—¡Qué tonterías! —dijo, y entró en su casa.
Cuando se sentó en su sillón, de repente, escuchó un ruido fuerte: ¡clang, clang, clang!. Apareció el fantasma de Marley, arrastrando cadenas y con un rostro triste.
—Scrooge, he venido a advertirte —dijo Marley—. Si sigues siendo tan egoísta y avaro, acabarás como yo, condenado a llevar cadenas por toda la eternidad.
—¡Pero yo no he hecho nada malo! —respondió Scrooge.
—Esta noche recibirás la visita de tres espíritus. Escúchalos, o será tarde para ti.
Scrooge, asustado, se metió en la cama y se quedó dormido. Pero poco después, lo despertó el Espíritu de las Navidades Pasadas. Era un fantasma luminoso y amable.
—Ven conmigo —dijo el espíritu—. Te mostraré tu pasado.
Scrooge y el espíritu volaron hasta un pueblo nevado. Allí, Scrooge vio a un niño solitario sentado en una escuela.
—¡Ese soy yo! —exclamó Scrooge, sorprendido—. Estaba tan solo…
El espíritu también le mostró cómo Scrooge fue feliz de joven cuando trabajaba para un jefe generoso y cómo bailaba y reía en fiestas de Navidad.
—Yo solía ser feliz —susurró Scrooge, triste.
De repente, todo desapareció, y Scrooge volvió a su cama. Antes de poder pensar, llegó el Espíritu de las Navidades Presentes. Este era un fantasma grande y alegre, rodeado de comida y luces navideñas.
—¡Vamos, Scrooge! —dijo el espíritu—. Mira lo que te estás perdiendo.
El espíritu lo llevó a la casa de su ayudante, Bob Cratchit. La familia estaba celebrando la Navidad, aunque no tenían mucho. Bob sonreía mientras servía una cena modesta.
—¡Feliz Navidad a todos! —dijo Bob.
Scrooge vio al pequeño Tim, el hijo de Bob, que era débil y estaba enfermo. Aun así, el niño sonreía y decía:
—¡Dios bendiga a todos!
—¿Qué pasará con ese niño? —preguntó Scrooge.
—Si las cosas no cambian, Tim no vivirá mucho —respondió el espíritu.
Scrooge se sintió muy mal. Nunca había pensado en el sufrimiento de los demás.
Finalmente, apareció el Espíritu de las Navidades Futuras. Este espíritu era oscuro y no decía ni una palabra. Lo llevó hasta un cementerio, donde Scrooge vio una tumba con su nombre.
—¡No, por favor! —gritó Scrooge—. ¡Puedo cambiar! ¡Seré una persona mejor!
Scrooge despertó en su cama, temblando pero feliz.
—¡Estoy vivo! ¡Es Navidad! ¡Todavía puedo cambiar! —gritó emocionado.
Scrooge salió corriendo a la calle. Compró regalos, comida y fue a la casa de Bob Cratchit con un gran pavo.
—¡Feliz Navidad, Bob! —le dijo con una sonrisa.
Bob y su familia no podían creerlo. Scrooge también ayudó al pequeño Tim, que pronto se recuperó y pudo crecer sano.
Desde aquel día, Scrooge cambió por completo. Fue generoso, amable y celebró la Navidad con alegría.
—¡Dios bendiga a todos! —dijo el pequeño Tim.
Y así, el anciano Scrooge aprendió que la Navidad es un tiempo de amor, generosidad y bondad.
Moraleja
La historia de Canción de Navidad nos enseña que nunca es tarde para cambiar y ser mejores personas. La generosidad y el amor hacia los demás son los verdaderos valores que nos traen felicidad.
- Generosidad: Scrooge aprende que ayudar a los demás lo hace más feliz que acumular riquezas.
- Compasión: La historia muestra la importancia de preocuparse por las personas que nos rodean y actuar con bondad.
- Arrepentimiento: Scrooge reflexiona sobre sus errores y toma la decisión de cambiar su comportamiento.
- Amor y familia: La Navidad simboliza el amor familiar y la unión, valores que Scrooge redescubre a lo largo del cuento.
- Espíritu navideño: La historia nos recuerda que la Navidad es una época para compartir, perdonar y mostrar amor a los demás.
Pregúntale a tu hijo y comprueba si ha entendido el cuento
- ¿Quién es Ebenezer Scrooge y cómo era al principio del cuento?
- ¿Qué fantasmas visitaron a Scrooge y qué le mostraron?
- ¿Qué le enseñó el Fantasma del Pasado?
- ¿Cómo cambió Scrooge después de ser visitado por los fantasmas?
- ¿Por qué es importante compartir y ser generosos con los demás?
Reflexión final sobre el cuento
La historia de Canción de Navidad nos recuerda que el amor, la generosidad y la compasión son más importantes que cualquier riqueza material. A través del viaje de Scrooge, aprendemos que nunca es tarde para cambiar y empezar a actuar con bondad hacia los demás. El espíritu navideño nos invita a ser mejores personas y a valorar lo que realmente importa: el amor, la familia y la ayuda a quienes lo necesitan.
Un poco de historia sobre el cuento
¿Quién escribió "Canción de Navidad"?
El cuento fue escrito por Charles Dickens y publicado en 1843, convirtiéndose en una de las historias navideñas más conocidas del mundo.
¿Cuál es la moraleja principal del cuento?
La historia nos enseña que debemos ser generosos y compasivos, valorando la importancia de la bondad y la redención personal.
¿Quiénes son los fantasmas que visitan a Scrooge?
Scrooge es visitado por tres fantasmas: el del Pasado, el del Presente y el del Futuro, quienes le muestran las consecuencias de su actitud egoísta.
¿Por qué es importante el personaje de Scrooge?
Scrooge representa la avaricia y el egoísmo, pero también muestra que las personas pueden cambiar si reflexionan y eligen ser mejores.
¿Existen adaptaciones modernas del cuento?
Sí, Canción de Navidad ha sido adaptado en numerosas películas, obras de teatro y libros ilustrados, siendo una historia atemporal que sigue emocionando a grandes y pequeños.