La tortuga y la liebre

Autor: Esopo
Edad: De 4 a 6 años
Valores: Perseverancia, humildad, esfuerzo y paciencia

Índice
  1. Cuento corto de La Tortuga y la Liebre
  2. Moraleja
  3. Valores aprendidos en la historia de La Tortuga y la Liebre
  4. Pregúntale a tu hijo y comprueba si ha entendido el cuento
  5. Reflexión final sobre el cuento
  6. Un poco de historia sobre el cuento

Cuento corto de La Tortuga y la Liebre

En un bosque lleno de árboles verdes y flores de mil colores, vivían muchos animales. Entre ellos, había una liebre que era muy rápida y presumida. Siempre decía a todos:

—¡Nadie en el bosque puede correr más rápido que yo! Soy la más veloz de todos.

A la liebre le gustaba burlarse de los demás animales, sobre todo de una tortuga que caminaba muy despacio.

—¡Mira qué lenta eres, tortuga! —se reía la liebre—. ¡Nunca llegarías lejos con esas patitas tan lentas!

La tortuga, que era tranquila y sabia, respondió con una sonrisa:

—Puede que sea lenta, pero puedo llegar a donde me propongo.

La liebre no paraba de reír.

—¡Eso quiero verlo! ¿Qué te parece si hacemos una carrera? —propuso la liebre, segura de ganar.

—De acuerdo, acepto el reto —dijo la tortuga con calma.

La noticia de la carrera se extendió por todo el bosque. Todos los animales se reunieron para ver quién ganaría: si la veloz liebre o la lenta tortuga. Había pájaros, ardillas, ciervos y hasta un búho que miraba desde un árbol.

—¡A sus puestos! —dijo el zorro, que era el juez de la carrera—. ¡Listos… ya!

La liebre salió disparada como un rayo, corriendo a toda velocidad. Mientras tanto, la tortuga empezó a caminar despacio, paso a paso, con mucho esfuerzo pero sin detenerse.

—¡Esto será fácil! —dijo la liebre, mirando hacia atrás—. La tortuga está muy lejos.

La liebre corrió un poco más, pero pronto se sintió tan confiada que pensó:

—Tengo tanto tiempo que puedo descansar un rato. La tortuga nunca me alcanzará.

Así que se acostó bajo un árbol, cerró los ojos y se quedó dormida.

Mientras tanto, la tortuga no paraba. Iba despacio, pero seguía avanzando paso a paso.

—No me detendré. Puedo lograrlo —se repetía a sí misma.

El sol empezó a moverse por el cielo, y los animales comenzaron a animar desde los lados del camino.

—¡Vamos, tortuga! ¡Tú puedes! —decían algunos.

Poco a poco, la tortuga se acercaba más y más a la meta. La liebre, que seguía durmiendo plácidamente bajo el árbol, no se dio cuenta de nada.

De repente, la liebre despertó con un salto. Miró hacia la meta y vio, con horror, que la tortuga estaba a punto de cruzar la línea de llegada.

—¡No puede ser! —gritó la liebre.

Corrió tan rápido como pudo, pero ya era demasiado tarde. La tortuga cruzó la meta mientras todos los animales gritaban y aplaudían.

—¡Ganó la tortuga! —gritaron todos—. ¡La tortuga ha ganado la carrera!

La liebre llegó unos segundos después, sin aliento y muy avergonzada.

—No puedo creerlo —dijo la liebre, bajando las orejas—. Perdí contra la tortuga.

La tortuga sonrió y respondió con calma:

—No importa lo rápido que seas si no terminas lo que empiezas. La constancia siempre gana.

Desde aquel día, la liebre dejó de burlarse de los demás y aprendió a ser más humilde. Los animales del bosque nunca olvidaron aquella carrera y siempre recordaron la lección de la tortuga:

"Paso a paso, con esfuerzo y constancia, puedes lograr cualquier cosa."

Moraleja

La constancia y el esfuerzo son más valiosos que la arrogancia y la rapidez. A veces, avanzar con paciencia y dedicación nos lleva más lejos que confiar solo en nuestras habilidades.

Valores aprendidos en la historia de La Tortuga y la Liebre

  1. Perseverancia: La tortuga avanza lentamente, pero nunca se rinde y sigue adelante hasta alcanzar su objetivo.
  2. Humildad: La liebre subestima a la tortuga por ser más lenta, enseñando que no debemos menospreciar a los demás.
  3. Esfuerzo: El éxito se logra con dedicación y trabajo constante, como demuestra la tortuga al llegar a la meta.
  4. Paciencia: La tortuga nos enseña que avanzar paso a paso con calma y determinación puede llevarnos a ganar la carrera.

Pregúntale a tu hijo y comprueba si ha entendido el cuento

  1. ¿Por qué la liebre pensaba que ganaría la carrera fácilmente?
  2. ¿Qué hizo la liebre durante la carrera?
  3. ¿Cómo logró la tortuga ganar la carrera?
  4. ¿Qué lección aprendió la liebre al final del cuento?
  5. ¿Por qué es importante ser constante y no subestimar a los demás?

Reflexión final sobre el cuento

La historia de La Tortuga y la Liebre nos enseña que la perseverancia y el trabajo constante nos llevan al éxito, sin importar si somos más rápidos o fuertes que los demás. La arrogancia de la liebre le hizo perder la carrera, mientras que la tortuga, con paciencia y dedicación, alcanzó su meta. Es una lección valiosa sobre la importancia de ser humildes y de respetar siempre el esfuerzo de los demás.

Un poco de historia sobre el cuento

¿Quién escribió "La Tortuga y la Liebre"?

El cuento proviene de las fábulas de Esopo, un famoso narrador griego conocido por sus relatos con enseñanzas morales.

¿Qué simbolizan la tortuga y la liebre?

La tortuga simboliza la constancia, la paciencia y el esfuerzo, mientras que la liebre representa la arrogancia y el exceso de confianza.

¿Cuál es la moraleja principal del cuento?

La moraleja principal es que la perseverancia y la disciplina son más importantes que la rapidez o las habilidades naturales si no se aprovechan correctamente.

¿Por qué es tan popular este cuento?

Es popular porque transmite una lección clara y fácil de entender para los niños: el trabajo constante y el esfuerzo superan a la arrogancia y la pereza.

¿Existen adaptaciones modernas del cuento?

Sí, *La Tortuga y la Liebre* ha sido adaptada en libros ilustrados, cuentos animados y obras de teatro, siendo un clásico para enseñar valores a los niños.

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